Croire
Croire
En ocasiones, cuando crees que las cosas que te rodean parecen observarte y ponerse de acuerdo para estancar tu vida por un tiempo, no sabes cómo, pero sacas algo de tí que sorprendentemente admiras. Das la vuelta, coges tu mochila y te vas.
Recuerdo este viaje como si fuera un charco que, aún pataleando sobre él, nunca desaparecería. Son momentos de felicidad, momentos de sobriedad. Pasa el tiempo y el embriagador aroma de la soledad pasea por las calles de tu ciudad. Siempre observador, te haces el sueco.
Queriéndo hacer como que no pasa nada, pasa. Exteriorizas parte del malestar ocasionado, como todos sabemos, por esas excesivas borracheras. Hay gente que te apoya y gente que mira para otro lado, pero finalmente eres consciente, consciente de que has de levantarte cada mañana luchando por lo que quieres y por quienes quieres.
Olvidémonos de lo malo, de lo que no nos conviene, de lo que no nos hace soñar. Porque somos soñadores, pero con los pies en la tierra y como dice Fornés, nuestros sueños son mentiras que un día dejarán de serlo.
Gracias a toda esa gente que, en mayor o menor medida, ha puesto su grano de arena para hacer que esto sea posible.
Many Thanks to Igor, Brent and the crew, Anne, Peter, Collin, Caroline, Susie, Christina, Paola, Denisse, Mia and Alex for making this video possible.
B E L I E V E